TODOS CON JAPÓN...¡Y A HAITÍ QUE LE JODAN!:

¡ATENCIÓN!: Al igual que en mi anterior post sobre Carla Antonelli, se adjunta un resumen de la entrada al final de la misma para los más vagos y vagas.

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Como diría Saritísima: ¡Pero qué invento es esto!

Hay ocasiones en las que desearía que el Gobierno español ejerciese la censura absoluta sobre los medios de comunicación, y uno de esos momentos es el que atravieso ahora mismo.

Por todos es conocida la tragedia que actualmente se está viviendo en Japón tras el devastador terremoto, el posterior tsunami y las fuertes réplicas del seísmo inicial. Muchas personas han comparado este caso con el de Haití del pasado año. Aunque en el país centroamericano el seísmo fue menor, las condiciones de precariedad y pobreza hicieron que las consecuencias fuesen muchísimo más desastrosas que en el país asiático.

Sin embargo, hay "personas" que se atreven a decir (o a insinuar cobardemente) que la catástrofe de Japón es muchísimo más dramática que la de Haití. Esta es una tesis más que refutable, aunque respetable. El problema viene cuando pasamos a ver los argumentos que utilizan estas personas. Para ello, me centraré en Salvador Sostres, columnista de El Mundo, periódico dirigido por un facha al que le gusta ser sodomizado por una mulata con un pene de plástico por Pedro J.Ramírez. El colaborador de El Mundo y asíduo de Intereconomía (que ya había dicho en otra ocasión que el terremoto de Haití fue una autolimpieza de la Tierra) ha soltado perlitas dignas de echarle una masa de bilis y flema a la cara al muy capullo de mención:

"Hay que aprender a diferenciar entre drama y tragedia [...] Lo de Japón ha sido una auténtica tragedia y lo de Haití fue un drama [...] Las diferencias entre la vida y la muerte son mucho más notables en Japón, pues vivir allí implica una serie de comodidades tales que la muerte acostumbra a ser siempre una putada"

Hasta aquí es medianamente aceptable lo que dice, pues es cierto que en un sitio como Haití, en el que se convive día tras día con el hambre y las enfermedades, debe resultar desesperante sobrevivir a una catástrofe y ver triplicadas las dificultades que ya de por sí tenía la supervivencia ahí. Pero, ¿significa eso que una muerte en Haití es menos trágica que una muerte en Japón? Pues según nuestro amigo Sostres, sí.

Quizá me exceda de moralidad en mi discurso, pero para mí una vida vale lo mismo independientemente de su condición, su raza, su situación geográfica o SU ESPECIE (humana, animal, o ultraderechista). Pero, como soy consciente de que mucha gente no comparte mi opinión y piensa que las consecuencias de una muerte en el "mundo desarrollado" son más graves que en la pobreza extrema, continuaré poniendo los argumentos de Sostres, porque mejoran a medida que leemos su artículo:

"Otro de los elementos a tener en cuenta son las múltiples aportaciones que Japón y su potencial hacen al progreso de la humanidad [...] ¿Cuánto avance tecnológico a punto de ser patentado se ha tragado el tsunami? También eso diferencia la tragedia del drama."

¡Vaya! Yo llorando por la muerte de mi abuelo, que no era más que un pensionista inútil, y sin embargo la muerte del frutero de mi barrio pasó desapercibida por mi vida, cuando gracias a él tenía todos los días verduras y frutas frescas que contribuyen al correcto progreso de mi existencia. ¡Ya saben! Si tu madre se muere en un accidente de avión en el primer viaje de su vida, es un drama. Si el que muere es un inventor chino que ha patentado los sofás de masajes y los televisores de plasma, ¡ES UNA TRAGEDIA!

Y por último, la parte final del polémico artículo de este tipejo:

"No digo que no hubiera que ayudar a Haití, pero lo que hay en juego en Japón es mucho más grave [...] Hay que aprender a establecer prioridades. Es fundamental que en Japón todo vuelva a la normalidad cuanto antes."

Si lo anterior era para mear y no echar gota, ¡esto ya es de frenopático! Ahora resulta que, ante una catástrofe, tenemos que prestar ayuda a los más ricos para que puedan seguir manteniendo nuestra economía a flote. ¿Para qué ayudar a los pobres? ¿Qué nos aportan ellos? Que tras más de un año después de la tragedia de Haití no se haya reconstruido más del 1% de la zona afectada no debe importarnos, lo primordial es darse prisa en reparar Japón para que sigan inventando cositas y sus habitantes sigan visitando la Alhambra.

En fin, creo que no se puede decir nada más de este tipo de seres...luego veremos al Gobierno vigilando de cerca a programas como Sálvame porque dicen palabrotas, mientras en un diario de tirada nacional se está dejando que un auténtico borrego publique, sin ningún reparo, todo aquello que se le venga a la cabeza...

¡Necesito volver a confiar en la humanidad! Pues ver cosas como éstas o saber que Torrente 4 está batiendo todos los récords del cine español me hacen plantearme un suicidio rápido e indoloro...

RESUMEN PARA VAGOS QUE SE HAN ASUSTADO AL VER TANTA LETRA JUNTA: El Jesucristo contemporáneo nos anima a apoyar a Japón para que se recupere de la tragedia que vive, y a reclamar a Haití el dinero que hemos donado, que son unos estafadores, ellos no quieren eso "pa'ná", ni siquiera inventan nada que podamos usar...¡menuda mierda!