dddd

lunes, 21 de marzo de 2011

LA VIDA MERECE LA PENA... ¡GRACIAS A INIESTA!:


Tras el triunfo de la selección española en el Mundial de Sudáfrica del pasado año, era de esperar el aluvión de anuncios que proclamasen la grandeza de España. Tanto fue así que algunos llegamos a temer que en la fachada de la Moncloa se tallase el lema "Una, grande y libre". Pero, por mucho que nos creamos preparados para todo lo que pueda venir, siempre hay dos entidades en este país dispuestas a sorprendernos: la derecha, y la Iglesia. En este caso me centraré en ésta última.

El pasado sábado me disponía, taciturno y solitario, a encender la caja tonta con el objetivo de que me ayudara a canalizar ese sentimiento de confusión y desasosiego que te invade cuando pasas un maldito día estudiando la filosofía de Kant (o de cualquier otro). Mientras realizaba un zapping digno de cualquier sábado a las tantas de la noche, llegué a ese canal odiado (y visto, no lo olvidemos) por la mayoría: Telecinco. Y fue entonces cuando encontré algo que cambiaría mi forma de ver la vida: un anuncio a favor de la vida realizado por la Conferencia Episcopal, un organismo de la Iglesia Católica. Antes de comentar dicha campaña (que os adelanto que no tiene desperdicio), será mejor que la veáis y os hagáis una idea de lo que más abajo opinaré...


¿Qué os parece? Pobre Ramón San Pedro, años quejándose por estar postrado en una cama, y si no se hubiese "suicidado" ahora estaría feliz disfrutando de que la selección española haya ganado el mundial. Si es que ya sabemos que la fortuna siempre compensa sus errores: un día te deja tetraplégico, y más tarde te devuelve la felicidad dándole el triunfo a tu selección, a tu país, a tu patria.

Pero, ¿por qué demonios la Iglesia es tan cobarde de no expresar sus retrógradas ideas sin tener que hacer anuncios más edulcorados que un disco de Amaia Montero? Pues la respuesta es bastante sencilla, y nos la ha dado María Antonia Iglesias en La Noria:




“Estos se están dando cuenta de que cada cual puede hacer lo que le dé la gana y de que en España la eutanasia acabará siendo un derecho civil, por eso tienen que hacer ese paripé con la florita, el regalito, y el gol de Iniesta, a ver si cuela […] Quieren manejar el cotarro y ser ellos quienes decidan cuándo empieza y cuándo termina la vida.”









¡Pero cómo puede caber tanta razón en tan poco cuerpo! Y además, en este anuncio nos damos cuenta de que la Iglesia ya no se conforma con manipular las mentes de miles de españoles, por lo que ahora hacen sus anuncios subtitulados en inglés para comerles el tarro a todos los angloparlantes a los que se la puedan colar.

Sé que muchos pensaréis que el ejemplo del vídeo ha estado mal escogido, pero que en el fondo el mensaje que el anuncio transmite es precioso. Pues bien, también tengo respuesta a eso: el mensaje que transmite el anuncio es "siempre hay una razón para vivir", y yo pregunto: ¿seguro? ¿Qué pasaría si preguntáramos a cualquier miembro de la Iglesia qué razón podía tener alguien como Ramón San Pedro para vivir? Pues probablemente nos respondería que es Dios quien decide cuándo debemos marchar. Claro, para alguien cuyo reto más emocionante es que le cambien de postura de vez en cuando para que no esté incómodo, debe resultarle muy graciosa esa frase tan misericordiosa.

Sinceramente, dejando a un lado el tema de la eutanasia, creo que la Iglesia ha sido muy torpe a la hora de captar seguidores. Si realmente predicaran con el ejemplo de la misericordia y la igualdad, es decir, si dejaran que cada cual decida libremente lo que hacer y en qué creer, y no se dedicaran a mostrar su rechazo a todo el que no siga sus directrices, probablemente mucha más gente respetaría a esa institución que representa a Dios en la Tierra y no habría tantos detractores escribiendo cosas como las que ahora mismo tecleo en este post. Una prueba de ello es la ya citada Mª Antonia Iglesias, que ha reconocido ser católica, y cuando le han preguntado por qué es tan crítica entonces con la Iglesia, ha sido contundente:

"Pues precisamente por eso, porque soy católica y me preocupa Dios"

En definitiva, la Iglesia sigue con sus ideas sectarias que la separan cada vez más de Dios, y mientras, yo sigo y seguiré diciendo: ¡Pero qué invento es esto!

1 comentario: