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sábado, 9 de abril de 2011

REBECCA BLACK: ¿UNA PETARDA CUALQUIERA?

Hace unas semanas les hablamos de Rebecca Black y de su truñazo "Friday". La adolescente cumplió su sueño de realizar un videoclip, aunque fue un éxito teñido de amargura, pues en cuanto su trabajo fue publicado en Youtube comenzó a recibir una oleada de insultos desde todo el mundo y todas las redes sociales. Quizá esta acción sea algo mezquina cuando hablamos de una niña de trece años, incluso aunque su petardeo y cutrez parezcan merecerlo. Sin embargo, en los últimos años hemos comprobado que no hace falta tener arte ni talento para triunfar. Este es el caso de Rebecca, cuyo vídeo ha recibido cerca de 93 millones de visitas en menos de un mes. Muchos esperamos que esto sea un hecho puntual y que la próxima semana ya nadie se acuerde de esta petarda, y parece que se está cumpliendo nuestro propósito, pues ahora una de sus amigas, Benni Cinkle, ha saltado a la fama y está eclipsando a Rebecca gracias a su participación en el videoclip y a la primordial aportación que supuso el bailecito del acordeón; esta es la susodicha (a partir del minuto 1:10):


Lo cierto es que la chiquilla y su currada coreografía han suscitado decenas de parodias en la red, las cuales ella ha aprovechado para recaudar dinero destinado a las víctimas del terremoto en Japón, organizando multitudinarios "flashmobs" parodiándose a sí misma. Eso mismo ha hecho Rebecca Black con el millón de euros que ha recaudado con su single. Además, su amiga ha creado una página web en la que aconseja a los adolescentes sobre cómo afrontar las críticas, con recomendaciones como "reflexionar antes de expresar un punto de vista, sacar el lado positivo de las críticas e informar siempre a nuestros padres de lo que nos sucede".

Es entonces cuando las tornas cambian: una niñata con la hormonas revolucionadas hace un intento de canción y su vídeo recibe millones de visitas, ya sea por admiración o por asco, es indiferente, ambos significan éxito (o al menos polémica, que es la hermana menor del éxito). La niña, lejos de convertirse en una nueva pija millonaria y comprarse todo tipo de caprichos indignos de su edad, destina todo lo recaudado a una acción más que humanitaria, y yo me pregunto: ¿qué diferencia hay entre una canción sobre un "finde loco" y otra ambientada en una bolera y cuyo estribillo consiste en repetir hasta la saciedad la palabra "baby"? Pues está claro, la diferencia es la actitud: si eres una niña inocente que cumple su sueño de hacer un videoclip, serás devorada por la muchedumbre, mientras que si eres una lesbiana reprimida que cree ser una gran artista y, como tal, se permite llegar tarde a los photocalls y dejar plantados a los periodistas, serás vitoreada hasta por la persona más influyente de un país.

Que conste en acta que yo, por el bien de la humanidad y de sus oídos, ansío la pronta desaparición pública tanto de Rebecca Black como de todos los demás incordios de la música internacional. Pero no por ello merece que la lapidemos, y está claro que esta niña, por poco que dure su éxito, ha sabido aprovecharlo.

Otras, en cambio, prefieren comprarse pelucas...





2 comentarios:

  1. De acuerdo contigo, nunca entendí la campaña tan gigantesca contra ella

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  2. Jo que apartir del minuto 1:10 es la parte más desagradable del vídeo y de la canción¡ XD

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