LA ESPAÑA DE "CHARANGA Y PANDERETA":

Como sabéis, el poeta Antonio Machado, en su “El mañana efímero”, describe a España como un país de “charanga y pandereta”, es decir: una nación atrasada, fiestera, viciosa y decadente. ¿Sigue siendo así en la actualidad? Muchos te dirán que sí ya que este país posee más bares por metro cuadrado que cualquier otro de Europa, si tenemos un día de vacaciones nosotros hacemos eso de “de puente a puente y tiro porque me lleva la corriente”, según el informe PISA, los estudiantes españoles son unos de los más burros, tenemos unos de los mayores porcentajes de consumo de cocaína y prostitución del mundo… y podría seguir así hasta hartarme.

Otros, en cambio, te dirán que España es un país en el que reina la felicidad, en el que las terrazas se llenan porque la sociabilidad es una característica patria, en el que nos metemos un par de rayitas y nos vamos de putas de vez en cuando porque siempre es bueno echar una cana al aire. “En Suecia serán muy ricos y serán muy listos, pero es una de las naciones donde más gente se suicida”, suelen alegar estos ciegos defensores de nuestro país.

Y entre estos dos extremos, ¿no hay acaso un punto medio? Pues parece ser que no a juzgar por esos apocalípticos detractores que no dudan en sacar todos los defectos posibles a este país y que recomiendan una emigración urgente a otros territorios, ni por esos optimistas extremos que, a pesar de que la mierda deja un hedor nauseabundo, no la ven hasta que se hace violentamente visible.

Yo, sinceramente, odio a esas personas que están en una fiesta y desde el minuto 0 ya se están quejando de lo aburrida que ésta es sin aportar ninguna alternativa o solución; eso mismo me ocurre con los que podríamos llamar “antiespañolistas”: muchos se lamentan y reclaman cambios sin contribuir a que haya transformaciones. Por supuesto, tampoco estoy de acuerdo con la ceguera de esos individuos que amparan y protegen la figura de España a toda costa y por encima de todo y de todos.

Obviamente creo que esta nación debe mejorar urgentemente en muchos aspectos como la educación o la economía, pero me niego a creer que lo único bueno y reseñable que posea España es la victoria en el Mundial de Fútbol del pasado año; libertad, bienestar y transgresión social, liderazgo en donación de órganos y sangre, segundo país con más Patrimonios de la Humanidad, entre otras cosas, son aspectos positivos en los que España destaca.

En definitiva, no tengo más remedio que posicionarme en medio, entre los que creemos que este país necesita cambiar de mentalidad, modernizarse, pero sin perder su espíritu festivo y alegre. Es decir, progresar, pero sin dejar de lado la “pandereta” de la que habla Machado, porque es importante mirar hacia delante, pero sin olvidar de dónde venimos.

Mientras nos ponemos de acuerdo, que la fiesta no pare...