dddd

lunes, 17 de enero de 2011

Benedicto XVI: La verdad sobre la leyenda del "Coco"




Mientras Túnez estalla en una auténtica revolución, mientras en Australia y Brasil se viven las inundaciones más graves de los últimos cincuenta años, e incluso mientras en Haití se ha recogido apenas el uno por ciento de los escombros del terremoto durante todo un año, su Santidad ha mostrado su preocupación por un tema mucho más "espinoso": el nombre de los bebés contemporáneos.

Hoy, más que nunca, siento que hago honor al nombre de este blog, y es que Benedicto XVI podría ser perfectamente el Papa con la actitud más estúpida de toda la historia.
El representante de la secta más rentable del mundo de Dios en la Tierra ha manifestado su inquietud ante el hecho del descenso imparable de los nombres bíblicos en los bebés. Según el propio Ratzinger, "cada vez hay más bebés con nombres exóticos, de frutas, o de flores, lo cual aumenta el desarraigo católico y el laicismo". Cuánta razón...¿qué habría sido de Santa Teresa de Calcuta si se hubiese llamado Magnolia? Pues probablemente habría regentado un prostíbulo de mala muerte en el que sus empleadas malvivieran entre suciedad e infecciones para ganarse el pan de cada día.

Menos mal que mis padres decidieron ponerme Noé (¿puede haber un nombre más bíblico?), de ahí mi amor por el catolicismo y por la familia gay tradicional.
Tantos años de mi vida preguntándome el porqué del desarraigo católico y el laicismo y, mira tú por dónde, viene a ser debido a los padres liberales que ponen nombres modernos a sus hijos. ¡Qué asco! Con lo que la Iglesia ha luchado por comernos el tarro por los derechos humanos en el planeta...

Pero, pongámonos serios (en la medida de lo posible, claro).
Han sido muchas las veces en las que he manifestado mi contrariedad a la Iglesia y a todos sus representantes. Incluso reconozco que no soy católico, ni nada que se le parezca. Pero respeto y admiro a todas las personas que, con fe y solidaridad, trabajan para la Iglesia (y no en representación de ella) ayudando a los más necesitados. A pesar del avance imparable de la ciencia y del pensamiento racional, se cuentan por millones las personas que actualmente creen en Dios y confían a él sus vidas y destinos. Y es ahí donde empieza el laicismo que tanto preocupa al señor Papa. Procederé pues a explicarlo:

Es de sobra conocido que la fe no está fundamentada ni sigue las pautas del pensamiento racional, el cual tiene absoluta prioridad en la sociedad actual de occidente. Entonces, ¿qué pasa cuando fe y razón se enfrentan? Pues es muy sencillo: una persona creyente e irracional confía en que Dios existe y tiene representantes en la Tierra que extienden su ideología para alcanzar la paz y la felicidad colectiva. Mientras que una persona creyente que hace uso de su razón, cree igualmente que Dios existe pero, tras reflexionar racionalmente, se da cuenta de que sus representantes no hacen más que violar los principios básicos de la humanidad, e incluso los del propio Jesucristo, tales como la no discriminación o la igualdad.
¿Está entonces la religión católica en decadencia? Yo, francamente, no lo creo. Es la Iglesia la que, con su ideología arcaica anclada en la Santa Inquisición, está provocando su propia desaparición. Por tanto, no estamos ante una decadencia ideológica, sino institucional.

Podría pasarme horas hablando del tema, pero creo que ya he dicho lo conveniente en este caso.

Un saludo a todos y a todas. Y recordad siempre a vuestros hijos, se llamen como se llamen, que un hombre que vive en un palacio de oro e imparte, únicamente en la teoría, la solidaridad con los más pobres, no es el Papa, es el Coco.

Podéis ir en paz, hermanos.




6 comentarios:

  1. Muy bien escrito y mucha razón en todo lo que dices.

    ResponderEliminar
  2. Menos mal, una entrada criticando a la iglesia. La echaba en falta en un blog tan interesante =) Comparto absolutamente todo lo que dices, me gusta ver que hay más gente con sentido común en este mundo.

    ResponderEliminar
  3. Qué grande eres, Noé. Y qué bien que le hayas puesto la tilde al adverbio de afirmación. Ahora que sé que Diego y tú están por aquí, me pasaré de vez en cuando.

    ResponderEliminar
  4. Marta y Rafa: Muchísimas gracias, me alegro de que os haya gustado.
    Maite: Gracias, como siempre, por tu apoyo y tus correcciones. Respecto al adverbio, me acabo de dar cuenta de que el que ven los visitantes siempre ha estado bien acentuado, el error sólo afecta al que vemos los administradores en nuestro escritorio. Así que ya no es tan grave...jajaja

    ResponderEliminar
  5. Oh, qué honor! Una licenciada visitando nuestro blog! Esto marcha :D Jajaja. Por cierto, deberías difundir la página por la sala de profesores, me encantaría ver la cara de Meizoso :)

    ResponderEliminar
  6. Es buenísima la crítica! Me ha encantado francamente...y comparto todo lo que has dicho. Me parece muy bien la parte en la que diferencias a los creyentes...y a los creyentes con uso de razón :)

    ResponderEliminar